Tenía ganas de conocer algo nuevo ya que era la tercera vez en Roma y había leído que desde Gianícolo había una hermosa vista de la ciudad. Subimos con el bus 115 y nos bajamos justo enfrente del Hospital Infantil. La vista era maravillosa!
Cuando quedé embarazada muchos amigos nos decían:
“…ahora sí se les terminó la joda… eso de viajar…”,
Otros hasta se reían:
“…ah, sí? Ahora te quiero ver!…que hicimos 6000 km allá, 3000 km acá…”